6 ago 2016

Estado Español y Opus Dei

Son muchos los miembros del Opus Dei en sus diferentes formatos legales (Supernumerarios, Numerarios, Agregados, etc.) o informales (simpatizantes, hooligans, etc.) que están plenamente integrados en los circuitos institucionales del Estado Español, sorteando su carácter aconfesional en los términos previstos en el articulo 16.3 de la Constitución de 1978. 

Vamos a intentar, ponerle nombre y apellidos a esa legión de genoveses que profesan una militancia militante y personalizada en esta organización creada por el hoy ya santo José María Escrivá de Balaguer. Vaya por delante que en nuestro ánimo no está descalificar, difamar, injuriar, denigrar, ofender, ni al Opus como tal, ni mucho menos a sus integrantes. Pero en cambio sí que lo está informar de su presencia en las instituciones y de las consecuencias potenciales que de la misma se pueden derivar. Vayamos al grano. De entrada, como es conocido, el Opus no tiene en funcionamiento ningún “Portal de la Transparencia” que ayude a encontrar el nombre y apellidos de sus integrantes. Sólo si alguno de ellos lo hace público es cuando se puede constatar su pertenencia a la Obra. Por tanto, son muchos más de los que uno se puede imaginar aunque seguramente muchos menos de los que a su cúpula le gustaría. Sea como fuere, un buen número de sus integrantes y/o simpatizantes para enmascarar sus vinculaciones con el Opus se refugian en un eufemismo al uso y es que su 'autodefinición' como personas “profundamente religiosas”. En este apartado, como se verá, son varios los que en esta casilla se encuentran ubicados. Por otro lado, tampoco es ningún secreto que el PP, desde su fundación como AP, nunca ha ocultado sus convicciones cristianas y en consecuencia nadie discute que es el Partido de referencia electoral para la Conferencia Episcopal. Los gestos genoveses, con reflejo presupuestario incluido, a favor de las tesis de la Iglesia Católica son tan obvios que resultan innecesarios traerlos aquí. Como humanos que son, los genoveses del Opus y sus aledaños a lo largo del tiempo, se han ido desplegado, insertando, fusionando, empotrando y  juntando con la práctica totalidad de las instituciones hasta lograr soslayar a los diferentes gobiernos que se han ido sucediendo en los últimos 35 años. Ejemplos no faltan. Los hay que comenzaron muy jóvenes y siguen fieles a sus convicciones y los hay también de nueva hornada que, no por ello, resultan menos entusiastas. He te aquí algunos nombres agrupados por tramos institucionales:
Gobierno: 
Luis de Guindos Jurado. Ministro de Economía y Competitividad. Sus “profundas convicciones religiosas” no le han resultado obstáculo para dejarse ver en el último gran acto del Opus en Madrid con motivo de la beatificación de Álvaro del Portillo y Díez de Sollano, obispo y prelado de la Prelatura Personal de la Santa Cruz y Opus Dei.
Jorge Fernández Díaz. Ministro del Interior. Probablemente sea el miembro del Gobierno de Rajoy que más exhibe, a cargo del erario público, sus creencias ultra religiosas. No se pierde una. Su pertenencia o no al Opus está instalada en la ambigüedad más ambigua. Ni lo confirma ni lo desmiente. En todo caso también tuvo tiempo para dejarse ver por el acto de la beatificación Álvaro del Portillo y Díez de Sollano.
Del resto de sus colegas de Consejo de Ministros los hay que, aunque no consta su pertenencia al Opus, sin embargo sí se encuentran en su aledaños más cercanos. Por méritos propios destacan al nuevo Ministro de Educación, Íñigo  Méndez de Vigo, la Ministra de Empleo, Fátima Báñez o el Ministro de Defensa, Pedro Morenés.
Otros Altos Cargos:
Aquí el listado es extenso. Sin ánimo exhaustivo, mención personalizada se merecen los máximos responsables del Ministerio del Interior, en particular, el clandestino Director General de la Guardia Civil, Arsenio Fernández Mesa y el Director General de la Policía, Ignacio Cosidó.
Pero sin duda, allá donde vaya, Federico Trillo Figueroa, actual embajador de España en Reino Unido,  es el prototipo de un miembro cualificado de la Obra cuya veteranía es reconocida simultáneamente por Roma, Madrid, Cartagena o Londres.
Parlamento:
Julieta de Micheo Carrillo Albornoz. Diputada por Alicante tras la dimisión de Federico Trillo. Discreta y siempre a la sombra de su mentor.
Carlos Aragonés Mendiguchía. Diputado anónimo por Madrid. Ex Jefe de Gabinete de la ex Consejera imputada, Lucía Figar. Por puro despiste recientemente tuvo que actualizar su declaración de bienes por “olvidarse” de consignar que es consejero desde noviembre de 2010 en la sociedad Ediciones Rialp S.A. Una editorial religiosa, en la órbita del Opus Dei, que publica las obras de Escrivá de Balaguer.
Un grupo compacto de diputados formado por Antonio Gutiérrez, Lourdes Méndez, Javier Puente, Eva Durán y José Eugenio Azpiroz están también en esa línea de proximidad.., son los que recientemente se rasgaron las vestiduras votando en contra y/o absteniéndose de la modificación genovesa sobre la Ley del Aborto.
Vicente Martínez Pujalte. Diputado por Murcia. Aunque su matrimonio ha favorecido el rumor de que ya no es miembro de la Obra, no hay que descartar ninguna otra hipótesis, incluida la de encontrarse en excedencia voluntaria a la Obra con retorno garantizado y reconocimiento de trienios.
Eugenio Nasarre Goicoechea. Diputado por Granada. Ex Director General de Asuntos Religiosos y ex Director General de RTVE. Su proverbial silencio le hace pasar desapercibido, lo que no es óbice para que los que le conocen  no duden de sus relaciones fluidas con la Obra.
Instituciones del Estado:
Tribunal Constitucional. No por más conocido conviene pasar por encima de un caso. Nos referimos al ex diputado genovés Andrés Ollero Tassara, magistrado desde el año 2012. En este caso nadie discute su acreditada condición de miembro cualificado del Opus. Y es que él mismo ni lo niega ni lo disimula lo más mínimo. Ejerce de Numerario las 24 h del día y las 24 de la noche. Recientemente ha sido Ponente de la sentencia que atiende el recurso de amparo de un farmacéutico sevillano que se acogió al derecho a la objeción de conciencia al negarse a vender la llamada píldora del día siguiente. 
Fiscalía General del Estado. Dada la imposibilidad de relacionar la cantidad de sus miembros dado su número, digamos que es un tradición de lo más tradicional que cuando gobierna el Partido Popular, los Fiscales Generales no sólo suelen ser ultra católicos, apostólicos y romanos... En algún caso, además, son miembros numerarios de la Obra, caso de Jesús Cardenal. En todo caso, Eduardo Torres Dulce, primer Fiscal General del Gobierno de Rajoy se encuentra inmerso en el ámbito de influencia de los seguidores de Escrivá de Balaguer. Su sustituta, Consuelo Madrigal, en honor a la verdad negó ser miembro del Opus... Eso sí, para a continuación reconocer que sus profundísimas convicciones religiosas la llevaron a firmar como Fiscal del Tribunal Supremo un manifiesto contra el aborto.
Tribunal Supremo. Al igual que sucede con la Fiscalía, la presencia de miembros del Opus en las diferentes Salas es relevante. Como botón de muestra valga el caso de José Luis Requero, numerario sin complejos, nombrado en el 2014 magistrado de la Sala Tercera de este Tribunal.
Consejo General del Poder Judicial. Atendiendo al orden jerárquico de esta institución, nada mejor que destacar el caso de su Presidente, Carlos Lesmes. Sus convicciones ultra religiosas  son tan profundas que no duda en exhibirlas y viajarlas por el mundo. Como es natural, pagando el contribuyente, ateos y agnósticos incluidos. Valga como dato estadístico su presencia en la Delegación oficial, que él mismo presidió, para asistir a la investidura de diversos cardenales en la Ciudad del Vaticano.
Consejo de Estado. Aunque también aquí son muchos más de los que se pueden imaginar, valga como ejemplo ejemplarizante el caso de Isabel Tocino, Consejero Electa, ex Ministra y Diputada, Consejera del Banco de Santander y, desde que tiene uso de razón, Numeraria a tiempo completo.
Por hoy vamos finalizando. Nos hemos dejado en el tintero otros muchos más nombres con sus correspondientes apellidos, rangos y sus territorios de referencia. Hemos sacrificado algunas figuras relevantes del Opus que hoy se encuentran, la mayoría por su avanzada edad, fuera de la Instituciones. Otro día retomamos el listado y os haremos participes de ello. Mientras tanto, nos vemos en la siguiente crónica. Texto: Francisco Medina

El Vaticano: Curiosidades y entresijos

Es el estado independiente más pequeño del mundo, con apenas 44 hectáreas de terreno –menos de la mitad del parque del Retiro de Madrid– pero su poderío convierte a la Ciudad del Vaticano en uno de los países más influyentes de la Tierra. La Santa Sede es un ejemplo único de la supervivencia del modelo de ciudades­-estado del medievo. Así se organiza. 


El estado más pequeño

El Estado de la Ciudad del Vaticano se encuentra en Roma, tiene una superficie de medio kilómetro cuadrado y cuenta con unos 800 habitantes. Es el Estado más pequeño del mundo. Los límites del Vaticano se definieron de acuerdo con el Estado italiano mediante los Pactos Lateranenses, el 11 de febrero de 1929. Además, la comunidad internacional permite la navegación marítima con buques propios, pese a que el Vaticano no tiene acceso directo al mar. Algo similar sucede con la aviación.

Una monarquía absoluta

El Estado de la Ciudad del Vaticano es universalmente reconocido como entidad soberana de derecho público internacional, distinto de la Santa Sede, que es el órgano soberano de la Iglesia católica. Sin embargo, están imbricados: en el Vaticano, el Papa y la Santa Sede desarrollan su misión de gobierno de la Iglesia universal. La forma de gobierno del Estado vaticano es la monarquía absoluta. Curiosamente, su ‘rey’, el Papa, se elige por sufragio, pero limitado. Solo pueden votar los cardenales menores de 80 años. El Jefe de Estado es el Sumo Pontífice, el Papa, que tiene plenos poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Durante el período de sede vacante (muerte o renuncia papal), dichos poderes son ejercidos por el colegio de cardenales. El Papa se apoya en su número dos o secretario de Estado (una suerte de primer ministro o canciller), en la actualidad el italiano Pietro Parolin. Con la reforma vaticana, se espera que éste se convierta en una especie de superministro de Exteriores. En cuanto a los ‘ministerios’ –la Curia– es la suma de Congregaciones y Pontificios Consejos, cuya composición está en plena renovación por el Consejo de Cardenales, ­más conocido como G9, y a los que Francisco ha encomendado la renovación del gobierno de la Iglesia­.

¿Quién dicta las leyes?

Las disposiciones legislativas pueden ser dictadas por el Sumo Pontífice o, en su nombre, por la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, la cual promulga también los reglamentos generales. Tanto las disposiciones como los reglamentos se publican en el Boletín Oficial de la Santa Sede (similar a nuestro BOE). El poder ejecutivo está en manos de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, a cargo del presidente del Governatorato. En la actualidad es el italiano Giuseppe Bertello, y el secretario general es un español, el Legionario de Cristo Fernando Vérguez. Según la ley del 21 de noviembre de 1987, el poder judicial cuenta con los siguientes órganos: un Juez único, un Tribunal, una Corte de apelación y una Corte de casación, que ejercen sus respectivas tareas en nombre del Sumo Pontífice. Las diversas competencias están reguladas por los Códigos de procedimiento civil y penal propios, que tienen tipificados sus propios delitos y penas. Uno de los últimos juicios más conocidos ha sido el de Vatileaks II.

Tiene 130 policías

Junto al trabajo de la Guardia Suiza, dedicada en cuerpo y alma a la protección personal del Papa, el Estado vaticano cuenta con un Cuerpo de Gendarmería y Cuerpo de Bomberos, que depende de la Dirección de los Servicios de Seguridad y Protección Civil y cuyas competencias giran en torno al mantenimiento de la seguridad y el orden público, así como la de vigilar la frontera. También hay cargos de policía judicial y tributaria. Actualmente la plantilla efectiva del Cuerpo de la Gendarmería está compuesta por 130 oficiales.

¿Quién tiene nacionalidad vaticana?

La población del Estado comprende aproximadamente 800 personas, de las cuales más de 450 son ciudadanos de pleno derecho, es decir, tienen la nacionalidad vaticana. Sin embargo, la mitad de estos ciudadanos residen fuera del Estado en otros países, como personal diplomático (los nuncios), delegados pontificios o personal diplomático de la Santa Sede. El resto de las personas que viven allí están autorizadas a residir, temporal o permanentemente, pero sin derecho de ciudadanía. Por ejemplo, trabajadores de jardines, de los comercios o sacerdotes que están estudiando y residen en Santa Marta. Obispos y curas del mundo no tienen ciudadanía vaticana, pero dependiendo de cada acuerdo entre la Santa Sede y el país correspondiente, pueden tener algunos derechos. En el franquismo, por ejemplo, existía la cárcel concordataria de Zamora. Así, el estatus de los obispos en algunos países les impide ser juzgados por tribunales civiles –como pasa también con los militares en otros países– y se rigen por el derecho canónico.

No paga impuestos

La economía de la Ciudad del Vaticano es financiada por contribuciones (conocidas como el óbolo de San Pedro) de católicos de todo el mundo, así como a través de la venta de sellos, postales, recuerdos a turistas, entradas a museos y venta de publicaciones. En el Vaticano existen farmacias, servicio de correos, supermercado y hasta una pequeña, y casi desconocida, línea férrea, pero los habitantes del Estado vaticano no pagan impuestos directos. El Vaticano también cuenta con servicios financieros a nivel global a través del Instituto para las Obras de Religión (Banco Vaticano), actualmente inmerso en una profunda revisión para poder salir de la lista negra de países en riesgo de corrupción. Entre las revelaciones de Vatileaks está que varios papas fallecidos tenían cuentas a su nombre y algunos desfases contables.

La diplomacia

La Santa Sede tiene actualmente relaciones diplomáticas con 180 Estados. Además de la Unión Europea y la Soberana Militar Orden de Malta, así como la Misión Permanente del Estado de Palestina. Las embajadas con sede en Roma ­incluidas las de la Unión Europea y la de la Soberana Militar Orden de Malta­ son 86. En cuanto a su presencia internacional, el Estado Vaticano es observador permanente en Naciones Unidas, la FAO, la Unesco, la Agencia Internacional para la Energía Atómica o la Organización Mundial del Turismo. Todo el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano está protegido por la Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954, sobre la tutela de los bienes culturales en caso de conflicto armado. En 1984, la Ciudad del Vaticano fue declarada patrimonio cultural y natural por la Unesco, de modo que todo el Estado está reconocido como “patrimonio moral, artístico y cultural, digno de ser respetado y protegido como un tesoro para toda la humanidad”. Texto: Jesús Bastante